viernes, 23 de marzo de 2012

¡Ahí es que está Dios!

Comparto con todos ustedes este articulo publicado por Joseph Caceres, en su blog Josephcaceres.net, y que publicara Cecilio Ramirez en su cuenta de Facebook.

Escrito por: Joseph Caceres (josephcaceres.net)

El domingo pasado acudí a un templo cristiano donde ejerce como pastorel músico Luis Mansilla, el formidable mezclador de temas de Juan Luis Guerra cuyos trabajos han merecido nominaciones y premios internacionales como el Grammy Latino.

Estaba invitado al debut de la amiga Ivelisse Gell que ha decidido abandonar la música secular para dedicarse totalmente a las cancionescristianas. Quedé gratamente impresionado con el despliegue de condiciones vocales de esta intérprete que se ha venido desempeñando como corista y profesora de canto.

Ivelisse sabe matizar sus interpretaciones con alegorías que de repente le permiten transitar por los colores y sabores del Godspell,R&B, influencias del Blues y un "beat" efluvio de los cantantes negrosamericanos dejando a uno abrevar, con fruición, exquisiteces interpretativas que raramente se pueden encontrar en un cantante de música secular.

Ello nos permite reafirmar el criterio de que hoy día los mejores cantantes, intérpretes, compositores y arreglistas de mayor talento y calidad se encuentran en el bando de la música cristiana. Cuando los cantantes cristianos abandonaron la música sacra y los criterios exageradamente ortodoxos de otros tiempos, y asimilaron las modas y tendencias de la música comercial, mejorándola, depurando sus letras en su canto de fe y esperanza, sus mensajes de amor hacia Jesucristo, no solo han logrado impactar a los religiosos y creyentes, sino que hoy día han penetrado y alcanzado una gran proyección, al punto de que han desplazado a intérpretes seculares del fervor y sentir de la gente común y corriente.

Las pocas excepciones, con excepción de Wason Brazobán y Pavel Núñez, los únicos que pueden sacar la cara por la música popular "mundana", el panorama es triste y deprimente para los intérpretes solistas del país, que han pasado a "mejor vida", trás la impronta de la música urbana, muchos de cuyos exponentes no pasan de ser artistas "desechables", la verdad hay que decirla. ¿Qué queda? El refugio en la música cristiana.

Aquí sí que vale la expresión de que "ahí es que está Dios", en todo el sentido de la palabra.

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